Gallo Malayo

Gallos Malayos
Índice
  1. Estilo de combate
  2. Historia y origen
  3. Tipos o variedades
  4. Características o estándar
    1. Gallos Malayos
    2. Gallinas Malayas
  5. Temperamento
  6. Producción de huevos
  7. Fuentes bibliográficas

Los impresionantes Gallos Malayos, son una antigua raza de aves de combate que está literalmente por encima del resto con su imponente estatura de 26 a 30 pulgadas aproximadamente. Alcanzan su impresionante altura gracias a su cuello y patas extraordinariamente largos, junto con una postura erguida única.

A diferencia del ágil gallo Bankiva, los Malayos son corredores excepcionales, y algunos pueden pesar hasta 6 kg. Si eres un apasionado criador o simplemente un entusiasta de estas aves, este artículo te sumergirá en la rica historia y características únicas del Gallo Malayo.

Estilo de combate

El gallo Malayo puro tiene un estilo de combate cercano, asimila bien el castigo, focalizando sus ataques en la zona lateral del pecho del oponente. Este hábil combatiente, con un impacto certero, tiene la capacidad de despedir a su rival a varios metros de distancia. Aunque no destacan por su velocidad, su imponente tamaño y fuerza en las piernas los convierten en la elección ideal para aquellos que buscan estas cualidades excepcionales en sus gallos de pelea.

Historia y origen

Los Gallos Malayos tienen una historia que se remonta a más de 4500 años, cuando fueron domesticados en el Sudeste Asiático, específicamente en lugares como Malasia e India. Fueron el foco de interés del zoólogo neerlandés Coenraad Jacob Temminck, quien los consideró como descendientes de la hipotética especie Gallus Giganteus.

Este majestuoso gallo fue el primero de los gigantes asiáticos en llegar a Occidente, estableciéndose en Inglaterra alrededor de 1830, donde pronto se convirtió en una incorporación elegante a las colecciones de aves de corral. Su presencia se expandió rápidamente, llegando a Holanda y Alemania para 1834, y cruzando el océano para llegar a América 12 años después.

Aunque su apariencia única atrajo la atención, se encontró que la raza era insatisfactoria en términos generales. Por ejemplo, como productor de carne, el Malayo generó opiniones divididas, con críticas hacia su carne dura y seca, mientras otros elogiaban la textura firme y la generosa cantidad de carne producida. Este gallo tiende a ser delgado, una ventaja en climas tropicales, sin acumular grasa en el pecho.

En 1883 el gallo Malayo fue reconocido en el Estándar de Perfección de la Asociación Avícola Estadounidense, específicamente en la variedad Rojo Pecho Negro. Variaciones como Blancas, Barreadas, Negras y Red Pyle fueron reconocidas mucho después, en 1981.

En 1904, se incorporó la variedad bantam o enana, siendo la primera raza de gallos en experimentar esta práctica, la cual se extendió a otros tipos de gallos con el tiempo. En 1981, se añadieron otras cinco variedades de color, tanto en talla estándar como bantam. La cifra de ejemplares de esta raza en EE.UU. es reducida, la FAO la clasifica como una raza en "estado crítico" de conservación.

Con una estatura que en algunos casos puede aproximarse al metro, los Malayos se catalogan entre las razas de gallos más grandes del mundo. Su habilidad para correr contrasta con el gallo Bankiva, experto volador, y pueden alcanzar un peso de hasta 6 kg.

A lo largo de los años, el papel más valioso del malayo ha sido su contribución en cruces para crear otras razas. Muchos criadores han recurrido a esta raza para revitalizar líneas de aves asiáticas, desde Gallos de Pelea hasta razas ornamentales de Colas Largas, infundiéndoles una fuerte vitalidad.

Tipos o variedades

Según la American Poultry Association (Asociación Americana de Avicultura) con siglas APA, existen seis variedades de color reconocidas para la raza malaya, siendo estos los siguientes:

  • Rojo con pecho negro
  • Negro
  • Blanco
  • Trigueño
  • Pinto
  • Red pyle (Canelo o Carmelo)

Características o estándar

El gallo Malayo se caracteriza por su estatura impresionante, su esbeltez y su musculatura bien definida. La disposición de su cuello, pecho y patas forma una línea casi vertical, resaltando levemente el pecho y los muslos, con el cuello ligeramente inclinado hacia adelante. El dorso, ligeramente abovedado, y la cola, caídos ambos, crean tres arcos notoriamente regulares que dan una apariencia distintiva al ave. La musculatura elástica y resistente, junto con su poca necesidad de agua, le permite resistir combates prolongados.

Gallos Malayos

  • Cabeza: Corta, ancha, rapaz y con mirada fiera.
  • Cara: Grande, roja, brillante y desnuda.
  • Cresta: De pequeña a mediana, del tipo fresa o nuez, colocada hacia delante en la parte frontal.
  • Barbillas: Muy diminutas, de color rojo
  • Orejillas: Muy diminutas, de color rojo
  • Pico: Corto y fuerte (presencia del falso diente), de aspecto similar al pico de un loro, de color amarillo a córneo.
  • Ojos: Hundidos, de pigmentación amarilla o blanco perla, arco ciliar bien pronunciado lo que le otorga esa mirada agresiva tan característica.
  • Cuello: Grueso, largo y erguido, con plumas ceñidas y gruesas.
  • Tronco: Forma ovoide, estrechándose hacia la cola, cubierto de plumas, puede observarse alguna pequeña zona desnuda con la piel roja.
  • Dorso: Algo abovedado y muy inclinado, ancho, largo, muy ancho en los hombros, que a su vez son altos y prominentes. La región lumbar es muy estrecha y en ella hallamos un número escaso de caireles de corta longitud.
  • Pecho: Profundo, lleno, muy levantado, ancho y de quilla algo prominente, continúa la línea del cuello hacia los muslos. En los ejemplares de valor, la punta de la quilla está desnuda.
  • Abdomen: No muy desarrollado, elevado, tupido y con músculos muy firmes.
  • Cola: Pequeña, estrecha, muy cerrada y dirigida hacia abajo. El número de hoces es escaso, estrechas, levemente curvadas, y notablemente más cortas en comparación a las timoneras o guías.
  • Alas: Pequeñas, llevadas altas, anchas y fuertes, por delante bien ceñidas, con las puntas apoyadas en las plumas de la zona lumbar.
  • Muslos: Fuertes, muy largos, con musculatura desarrollada, de plumaje corto y escaso, dejando la unión superior del tarso perfectamente desnuda.
  • Tarsos: Bien largos, de color amarillo, con escamas grandes, de contornos redondeados y desprovistos de plumas.

Gallinas Malayas

Es similar al gallo pero con las evidentes diferencias del sexo. Su estatura es más pequeña; el porte no es tan alzado. La cola es ligeramente más baja que la horizontal, ligeramente más corta y cerrada.

  • Plumaje: Corto, ceñido y tieso.
  • Huevos: No menos de 55 g, con el cascarón de color entre marrón y rosado.
  • Peso: En el gallo alrededor de 5 kg – la gallina alrededor de 4,1 kg y en la raza bantam el gallo 1,19 – 1,36 kg. y la gallina 1,02 – 1,13 kg.

Temperamento

Los gallos malayos poseen una personalidad única y distintiva. Son conocidos por su naturaleza agresiva, especialmente cuando se encuentran en confinamiento, lo que puede resultar en comportamientos como el picoteo mutuo de plumas. Aunque las hembras demuestran ser buenas madres, los machos pueden mostrar crueldad hacia sus polluelos.

Como ya hemos mencionado, no se adaptan bien al confinamiento, ya que su tamaño considerable requiere mucho espacio para deambular. Por tanto, su gallinero debe ser lo suficientemente espacioso, y pese a su poca capacidad para volar, cualquier área de encierro debe estar cubierta. Su adaptación es mejor en climas cálidos en comparación con climas fríos.

Esta raza puede no ser la más adecuada para dueños novatos ni para aquellos que buscan una mascota cariñosa. Aunque pueden mostrar amistad hacia los humanos e incluso actuar de manera protectora, su naturaleza agresiva los hace incompatibles como parte de un grupo de razas mixtas y no son la elección ideal para convivir con niños.

Producción de huevos

Las gallinas malayas son modestas ponedoras y tienden a seguir un ciclo estacional en su producción de huevos. Aunque son hábiles en la incubación, sus plumas cortas, estrechas y apretadas limitan la cantidad de huevos que pueden cubrir de manera efectiva. La cantidad de huevos que ponen al año varía según la variedad, oscilando entre 100 y 120 huevos medianos al año de color marrón a rosado.

Fuentes bibliográficas

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