Gallo Combatiente Español

Conocidos también como gallos españoles de pelea, esta raza comparte notables similitudes con el gallo Bankiva. Su distintiva denominación de "Combatiente" se debe a su asombrosa destreza en el combate, lo que lo convierte en una elección apreciada entre los avicultores aficionados a las aves de riña en Latinoamérica.

Su figura refinada y elegante, junto con su acierto al asestar golpes, añaden atractivo a la experiencia de aquellos que disfrutan de criar o apreciar estos gallos. Si eres un entusiasta o criador del combatiente español, te invitamos a descubrir más sobre la fascinante historia, características y habilidades de esta raza extraordinaria.

Estilo de combate

El gallo español puro de combate destaca por su vuelo excepcional, registrando golpes potentes y precisos dirigidos a la cabeza. Su aguda visión es la clave que define su acierto o tino. Este ave es altamente valorada tanto por los criadores de gallos de pico y espuela como por aquellos aficionados a los gallos navajeros.

Historia y origen

La historia avícola española, se nutre con el surgimiento del imponente Gallo Combatiente Español (Gallus dom. Pugnax hispanicus), un ave que, reconocida oficialmente en enero del 2007 como Raza Autóctona de Fomento en el Catálogo Oficial de Razas de Ganado de España, va dejando una huella indeleble en la tradición gallística de España.

Su historia es tan variada como las tonalidades que adornan sus plumas. La rica narrativa sobre el origen de este magnífico gallo se despliega en dos teorías intrigantes que han suscitado el interés de expertos e investigadores.

La primera de ellas sostiene que los fenicios y cartagineses, hace 3000 años, introdujeron los combatientes en España. Posteriormente, con el tiempo, durante la era de los romanos y normandos, fueron llevados hacia las Islas Británicas. Así, la teoría propone que el gallo de pelea llegó a los ingleses mucho después que a los españoles, siendo descendientes del gallo español.

La segunda teoría sugiere que el Combatiente Español proviene del gallo salvaje mediterráneo, específicamente de las razas luchadoras del mediterráneo. Con similitudes morfológicas saltantes, se argumenta que esta majestuosa ave tiene sus raíces directamente en el tronco mediterráneo. La evidencia reciente respalda esta teoría, destacando la conexión intrínseca del gallo con las tierras españolas y mediterráneas.

Con el descubrimiento de América, los españoles llevaron consigo el legado del Combatiente Español principalmente a través de personas humildes que buscaban fortuna en el Nuevo Continente. Este emblema de la avicultura española se extendió por todo el continente americano, desde la Norteamérica hispana hasta la lejana Tierra del Fuego en Argentina.

A partir del Siglo XVII, con la colonización anglosajona de América del Norte, se introdujo el Antiguo Combatiente Inglés, cruzándose con el Combatiente Español en regiones previamente colonizadas por los españoles.

Así mismo, el gallo español de pelea ha enfrentado desafíos en tiempos modernos, especialmente con criadores que han introducido razas foráneas en sus cruces, dando lugar a híbridos. Se está trabajando arduamente para preservar la pureza de la raza, evitando la inscripción de aves que muestren signos de hibridación en los reñideros.

En Andalucía y Canarias son los lugares de este País, donde se permiten las pruebas de selección para la cría y fomento de la Raza. La selección basada en casta, resistencia, agresividad y tino sigue siendo esencial, y la preferencia por la consanguinidad resuena en el deseo de preservar el linaje único de cada criadero.

Hoy en día, el Gallo Combatiente Español se encuentra repartido por todo el territorio español, con variedades notables como la Jerezana en Jerez de la Frontera y la Canaria en las Islas Canarias y Baleares. Y aunque los desafíos persistirán, surge una nueva era donde se valora la herencia de esta ave ancestral, una cultura que sigue vibrando en cada plumaje y esquina de España.

Tipos o variedades

Podemos dividir al gallo español de pelea que existe en la península en tres tipos muy importantes, añadiendo las subespecies de las Islas Canarias y Baleares. Estas variedades son las siguientes:

• El combatiente español propiamente dicho.
• El combatiente español tipo Jerezano.
• El combatiente español tipo Canario.

Siendo estas dos últimas variedades el producto de desviaciones producidas en la búsqueda de mejoras en el estilo de pleito de la primera raza, destacando los aportes del Old English Game en el caso del tipo Jerezano y del tipo Canario (que puede tener algo de sangre oriental).

Gallo Combatiente español propiamente dicho

En cuanto al estándar o patrón a seguir del gallo combatiente español, destaca por su pico corto y fuerte, alas largas heredadas de los antiguos gallos bankivas, y una postura erguida. Su musculatura bien desarrollada en pecho y muslos lo caracteriza. El plumaje es abundante, con una cola larga y frondosa.

Las variantes de plumaje y color son numerosas, pero los más notables son los colorados, pechinegros, giros, gallinos, reculos y todo un conjunto de plumajes que mezclados entre sí le otorgan a cada gallo o línea sus propias características únicas y distintivas.

En las peleas, se utilizan espuelas naturales de 18-20 mm, dando lugar a combates de hasta 30 minutos, salvo que alguno logre herir contundentemente al oponente, resolviendo la pelea rápidamente. Este tipo de enfrentamiento requiere aves con una casta excepcional y destaca las fuerzas y debilidades de cada gallo, muchos de los cuales se convierten en reproductores clasificados.

En términos de crianza, los criadores de gallos combatientes españoles evitan la endogamia. Prefieren formar líneas mediante cruces selectivos con los mejores ejemplares, fortaleciendo el vigor híbrido y minimizando problemas asociados con la consanguinidad. Esta práctica refleja un compromiso con la mejora continua de la raza.

Gallo Combatiente español jerezano

Los gallos de pelea españoles han recibido una aportación diferente en Jerez de la Frontera y sus alrededores. Los gallos jerezanos, conocidos por su ferocidad, coraje y elegancia excepcional, muestran una bravura incomparable al enfrentarse a sus rivales, comparable a la de los toros.

Se sugiere una contribución del Old English Game, introducido por los ingleses en las líneas españolas durante sus visitas a las famosas bodegas de vinos de la región. Algunos observadores distinguen este tipo de gallo del resto de los españoles, aunque actualmente, debido a la diversificación y mezcla con el tipo anterior, esta distinción es principalmente para aquellos que, además del estilo de combate, buscan una estructura fenotípica particular en sus animales.

El jerezano, en esencia, sigue siendo el mismo gallo que el combatiente español en la península. La diferencia radica en que llamamos jerezanos a los gallos de cola baja, larga y notablemente arqueada, con preferencia por plumas coloradas pechinegras. Estos gallos se distinguen por su extrema nobleza y elegancia, pico corto y fuerte, y una agradable disposición en las manos.

Gallo Combatiente español canario

Aquí podemos realizar una distinción más clara y detallada, ya que estamos hablando de un gallo propio de las Islas Canarias, con influencias a lo largo del tiempo que difieren significativamente de los gallos de la península. Además, presenta desviaciones propias en el estilo de combate, totalmente diferente al que se practica en el Sur y otros lugares de España.

Físicamente el gallo canario comparte similitudes con el de la península, siendo este el que más ha contribuido a la formación de estas líneas, en estas tierras se clasifica al gallo según su estilo de combate. Actualmente, los gallos canarios son de mayor peso, con un promedio de 4 libras en adelante, lo que les confiere una fuerza extraordinaria al ser enfrentados con espuelas naturales o postizas, sin medidas fijas.

Además, el estilo de combate es totalmente diferente, ya que los gallos canarios dirigen sus ataques al cuerpo, a diferencia de los peninsulares que apuntan a la cabeza. Aunque se sugiere la influencia de gallos corredores distintos al gallo bankiva, no se desestima la idea que el sistema clasificatorio canario desvió a estos animales procedentes del tipo español original, dando forma al gallo canario actual.

Variedades de color:

• Colorado
• Anaranjado
• Mulato
• Cenizo
• Giro
• Giro real
• Giro mariposa
• Giro alas de pato
• Jabados
• Melados
• Pecho negro (pechinegro)
• Blanco
• Gallino
• Reculo
• Negro

Características o estándar

En enero de 2007, el gallo combatiente español fue oficialmente reconocido como Raza Autóctona de Fomento en el Catálogo Oficial de Razas de Ganado de España, con la inclusión de su estándar.

Gallos Combatientes Españoles

• Cabeza: Aguileña, pequeña.
• Cara: Cara llena, lisa, de textura fina y de color rojo.
• Cresta: Simple o tipo rosa y de color rojo.
• Barbillas: Pequeñas y de color rojo.
• Orejillas: Pequeñas y de color rojo.
• Pico: Ligeramente curvo, corto, fuerte, córneo y claro; existiendo casos donde presentan pico negro.
• Ojos: Grandes vivos y desafiantes; en coloraciones de pardos, gris pálido o castaño y rojos.
• Cuello: Largo, fuerte y bien curvado, con abundante golilla cubriendo los hombros.
• Tronco: Levemente más ancho en los hombros que en la cola.
• Dorso: Corto y plano.
• Pecho: Ancho y prominente con gran musculatura.
• Abdomen: Poco desarrollado.
• Cola: Larga, ahorquillada y levemente erguida.
• Alas: Largas y fuertes, que cubren los muslos y se cruzan por detrás bajo la cola.
• Muslos: Fuertes, musculosos y separados.
• Tarsos: Fuertes y de mediano tamaño, con espolón muy desarrollado y colocado bastante bajo, existiendo en algunos casos gallos con el espolón negro. Con dedos de corta longitud, fuertes y bien separados, siendo el posterior casi plano. Las patas y dedos de coloración amarilla, verde o gris pizarra.
• Peso aproximado: 1,5 a 2 kg.

Gallinas Combatientes Españolas

Con morfología semejante a la del macho, teniendo en cuenta las diferencias asociadas al sexo. Ausente de golilla, caireles y hoces. La cola generalmente es más erguida. Con un peso de aproximado de 1 a 1,5 Kg. Huevos con el cascarón siempre en blanco.

Temperamento

El temperamento del gallo combatiente español destaca por su naturaleza agresiva desde una edad temprana. Estos pollos domésticos, criados específicamente para peleas de gallos, muestran una actitud territorial y no toleran compartir espacio con otros. Su crianza se centra en prepararlos para enfrentamientos entre machos, resaltando su disposición combativa y territorial.

Producción de huevos

Las gallinas combatientes españolas no destacan por ser de las razas más prolíficas, con una producción de aproximadamente 170 huevos anuales. Cada huevo, con un peso mínimo de 45 gramos con cáscara, presenta un color blanco o ligeramente rosado, caracterizado por una alta proporción de yema sobre la clara. Además, estas gallinas muestran habilidades destacadas para la incubación, demostrando un buen comportamiento materno.

Fuentes bibliográficas

• Ucriga, Unión de Ciadores de Gallo Combatiente Español
• "Combatiente Español (Gallus dom. Pugnax hispanicus)". Gallos Pedraglio Farm
• Guía de campo de las razas autóctonas españolas. In Memoriam. D. Fernando Orozco Piñán. Ministerio de Medio Ambiente y Medio Marino, Madrid. 2009. ISBN 978-84-491-0946-1. Págs. 627-629.
• "El Gallo Combatiente Español". Asociación de Amigos de la Avicultura Artesanal La Pinina

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